Recorriendo la historia de los Testigos de Jehová (Primera parte)

La historia de sus verdaderos orígenes es algo que no se enseña en las congregaciones de los "Testigos de Jehová”, por razones muy obvias. Si así fuera, el número de miembros reduciría notablemente tras la decepción tan grande que inspira la oscura novela de su Organización.

A medida que han pasado los años, los dirigentes de la WST han tratado de mantener oculta estas facetas que hoy en día le ocasionarían una gran pérdida en su membrecía. El único libro que amplió un poco sobre ese tema fué el llamado “Proclamadores” donde solo se expuso la parte “buena de su historia” como era de esperar. Por esta razón, nuestro Ministerio ha decidido mostrar la otra parte que ellos no quieren divulgar.

Aunque tenemos material para hacer una novela de acción, ficción, misterio y tragedia con tan excelente guión que de no ser real diríamos que es parte de la mente de Spielberg, creo que nos limitaremos a darle a conocer lo que creemos le será más provechoso para su preparación. No por esta razón el folleto dejará de ser interesante, pero créanme cuando les digo que hay mucha tela por donde cortar con esta Organización.

Pues bien, todo comenzó a comienzos de 1870 en Pennsylvania EUA, un joven de 18 años llamado Charles Taze Russel se separa de las enseñanzas del Adventista del Séptimo Día, William Miller, un predicador cuyas profecías erradas anunciaban la Segunda Venida entre los años 1843-1844.

El novato Russell se desligó de la iglesia para comenzar con un número reducido de personas un movimiento conocido en ese entonces como “Estudiantes de la Biblia”. Conociendo de antemano la mala fortuna de Miller, declaró que en sus escritos el predicador solo se había equivocado en la fecha de la Venida del Señor, y que con sus nuevos cálculos (Russell) había descifrado el tiempo verdadero de este suceso. Obviando (a sabiendas, o digamos que inconscientemente) la advertencia bíblica sobre predecir este acontecimiento;

(Mt 24:36) “pero acerca de aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los Cielos, ni el Hijo, sino el Padre solo”. (LXX)

(Hch 1:7) “No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinado por la autoridad misma del Padre, les contestó Jesús”. (NVI 1984)

Al principio los “Estudiantes de la Biblia” contaban con una revista llamada "Zion’s Watch Tower and Herald of Christ’s Presence" (La Torre del vigía de Sión y heraldo de la Presencia de Cristo) que en su apertura se reproducía con tiradas hasta de 6000 ejemplares. Más tarde esta revista fué conocida como La Atalaya (actualmente se publican alrededor de 288 millones de copias anualmente) en la que se difunde toda la doctrina creada por Russell y manipulada por sus seguidores. Entre las obras más sobresalientes que en vida escribiera y publicara Russell, sin lugar a dudas esta la serie de libros que él llamó "Estudios en las Escrituras" la cuál constaba de seis tomos o volúmenes. Podemos leer lo siguiente referente a estos libros en La Atalaya del 15 de septiembre de 1910 "...la gente no puede ver el Plan Divino al estudiar la Biblia por sí misma... si una persona los deja de lado [a "Estudios sobre las Escrituras"] y los ignora y va a la Biblia sola, aunque haya entendido su Biblia por diez años, nuestra experiencia muestra que dentro de los siguientes dos años estará en tinieblas. Por otra parte, si simplemente hubiese leído los Estudios sobre las Escrituras con sus referencias, y no hubiese leído ni una página de la Biblia como tal, ella se hallaría en la luz al cabo de los dos años, pues tendría la luz de las Escrituras." ¿Qué tremendo no?

Una de las enseñanzas fundamentales de Russell era que las Pirámides de Egipto habían sido diseñadas por Dios y colocadas allí como “el Segundo Testigo aparte de la Biblia”. Por lo tanto era el instrumento para revelar su “Plan de las Edades” para con la humanidad. Creía que las medidas de la Gran Pirámide indicaban la duración de un año, el peso de la tierra, la distancia del sol, y que las fechas dadas por él se confirmaban con las distancias de los pasadizos internos.

Como podemos ver para el mismo Russell como para sus seguidores, “Estudios en las Escrituras” con todo su contenido era catalogado al mismo nivel que la propia Biblia era tanta palabra de Dios como misma Biblia. No importaba si eran ideas descabelladas como las del “Plan de las Edades”, si el “Pastor” Russell decía SI nadie podía decir que NO, era la ley que regía y que aun rige dentro de esa Organización.

Para dar un poco de fundamentos a sus aseveraciones, Russell se enfocó en el libro de Daniel y Apocalipsis donde por su puesto “encontró apoyo para su dogma”.

Entre las primeras cosas que planteó fué que el tiempo del fin había comenzado en el año 1799 cuando Napoleón Bonaparte expulsó al papa de Roma, luego transcurrirían 115 años que concluirían en 1914 con Armagedón y la Segunda Venida de Cristo (III vol. Estudios en las Escrituras)

Para Russell, Napoleón Bonaparte era el designador del “mandato de Jehová”, fue por órdenes divinas el que condenó a la Gran Ramera quien para Russell era la iglesia Católica y por ende las iglesias Protestantes eran las hijas de la Ramera.