¿Qué puede haccer el hombre por su savación?

¿Puede el hombre conseguir su salvación mediante obras o alguna Organización?


Los “Testigos” plantean que una persona puede salvarse (creyendo en Jesucristo) pero a su vez, cumpliendo los mandamiento impuestos por la Organización, llenar los formularios de prédicas, cumpliendo preceptos y llevando un estilo de vida sumiso a la WST y sus publicaciones, sin espacio de recibir algo que no salga de manos de otro “Testigo”. Restándole de esta manera, valor a la libertad y al sacrificio de Cristo.

Veamos que plantean las Escrituras:

(Hch 4.11-12) “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”…

(Jn 3.16) “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida Eterna”… La salvación del hombre es un regalo de Dios a través del sacrificio expiatorio de Cristo. Por su gracia (favor inmerecido) y por su amor Eterno podemos decir que somos salvos.

Solamente podemos aceptar la salvación, no conseguirla por nuestras propias fuerzas. Un regalo se acepta, no se compra. La Biblia nos dice claramente que el hombre por sí solo no puede salvarse:

(Sal 143.2) Porque no se justificará delante de ti (Dios) ningún ser humano.

(Rom 3.10-11) No hay justo, ni aun uno, no hay pues quien entienda, no hay quien busque a Dios.

Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús, ¿quién podrá ser salvó?, Jesús les contestó: “Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible”... (Mt 19.26)

La salvación es obra de Dios

Las tres personas de la Trinidad participan en la salvación:

Dios Padre: Jesús dijo: Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitare en el día postrero (Jn. 6.44)

Dios Hijo: Yo soy el Camino la Verdad y la Vida nadie viene al Padre, sino por mí. (Jn. 14.6)

Dios Espíritu Santo: De cierto, de cierto os digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3.5)

El sacrificio de Cristo es perfecto porque:

Nos redime: nos compra con su sangre preciosa (Ef. 1.7)

Nos es propiciación: llevó nuestro castigo (Is.53.5; 1Pe 2:24)

Nos justifica: (Ro 3.21-26,8.33)

Nos regenera: nos hace nueva criatura (Tit 3.5; Jn 3.3)

Nos reconcilia: (Ro 5.10-11)

Nos santifica: (Ro 6.19-22,12.1)

Nos glorificara: nos dará un cuerpo glorificado, seremos semejantes a Él (1 Jn 3.2)

La fe se conoce por sus obras, el fruto del cristiano es producto de una fe genuina en Dios (Stg 2.14) Estas obras son productos de la acción del Espíritu Santo sobre el creyente, lo podemos catalogar de la siguiente manera:

Obras del Espíritu Santo para arrepentimiento: (Jn.16.7-8)

Para transformación (Jn.3.5)

Para edificación de la iglesia (1 Co. 12.7-11)

Evidencias en la persona creyente al apartarse del pecado y volverse a Dios.

Frutos de Espíritu (Gal 5.22-23)

Encomendando Ministerios y dones espirituales al servicio de Dios (Ef. 4.11-12, 1 Cor 12)

La salvación se puede perder si descuidamos nuestra vida espiritual con Dios y nos desviamos de sus propósitos. Como nos menciona (Heb 2:3) “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande”? Cristo es como nos muestra la Palabra el autor de la salvación (Heb 2:10).

El es el Salvador del mundo (Jn 4:42).

Es el Salvador de la Iglesia (Ef 5:23)

Es nuestro Salvador (Fil 3:20)

La salvación es en él (2Tim 3:15)

Por la renovación del Espíritu Santo somos salvos (Tit 3:5)

Por Jesucristo nuestro Salvador (Tit 3:6)

Dios Padre nos eligió para santificación en su Espíritu por la sangre de Jesucristo (1Pe 1:2)

La salvación es única y exclusivamente del Señor (Jonás 2:9)

Si leemos en (Ap. 7:10) encontraremos lo siguiente: “la salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono y al Cordero”. No haciendo así distinción entre Dios Padre y el Hijo en lo que a emanar la salvación se refiere.

La salvación es personal, nadie puede por medio de ninguna Organización asegurar su salvación, tampoco por medio de grandes obras de caridad ni muchos trabajos, la Biblia nos habla que la salvación es por la fe en Jesucristo (Hch 16:30-31), luego de la fe viene el obrar (Stg 1:27).

Aquel que quiera justificarse por las obras que haya hecho, entonces esa persona según la Biblia ha caído de la gracia (Gál 5:4) y manifiesto es que somos salvos por gracia y no por obras (Ef 2:8-9).

Jesús pagó por todos los pecados: del pasado, presente y futuro (1Pe 2:24). Él ofrece gratis y sin condiciones adjuntas su regalo de vida eterna (Ef 2:8-9). Ninguna cantidad de buenas obras o hechos pueden ganar o merecer este regalo.